domingo, 12 de febrero de 2017

Enfoque psicodinámico de los celos

psicodinámico de los celos
El enfoque psicodinámico pone el acento en las fuerzas inconscientes que operan en los celos. Parte del supuesto de que en lo más profundo de nuestra psiquis anidan impulsos, deseos, temores y recuerdos traumáticos de los que no somos conscientes. Cada sentimiento consciente está acompañado por su contraparte inconsciente, que a menudo es su opuesto; así, conscientemente nos disgustan cosas por las que nos sentimos inconscientemente atraídos: podemos llegar a amar conscientemente a personas a quienes inconscientemente odiamos.
Los impulsos innatos y los motivos inconscientes permiten explicar conductas que de otro modo sería difícil comprender, como por ejemplo por qué algunas personas permanecen junto a un compañero que les es permanentemente infiel, y por qué algunas personas alejan a un compañero que aman entrañablemente con celos injustificados. El enfoque psico-dinámico da por supuesto que las personas juegan un papel activo (si bien inconsciente) en la creación de sus circunstancias vitales y sus relaciones amorosas. No fue por mala suerte que usted recaló en una relación con un compañero "patológicamente infiel" o "patológicamente celoso". Usted eligió muy cuidadosamente ese compañero para que desempeñara ese papel.Nuestros más antiguos recuerdos y penurias infantiles, la mayoría de ellos inconscientes, ejercen una poderosa influencia sobre la forma en que experimentamos el mundo y en las reacciones que tenemos. Las experiencias infantiles ejercen también una gran influencia en nuestra elección de compañero. Esa elección nunca es arbitraria. Elegimos una persona que resulte lo más adecuada posible para satisfacer las necesidades afectivas que no fueron satisfechas en nuestra infancia.
Cuando encontramos a esa persona, proyectamos en ella la imagen interna que se formó en nosotros durante nuestra infancia. Un hombre que vio cómo su madre engañaba a su padre, tal vez proyecte su imagen internalizada de una esposa infiel, que se creó en él durante el trauma infantil, sobre su casta y fiel esposa.
Las parejas tienen necesidades complementarias. Cada compañero elige a alguien que representa una parte reprimida de sí mismo. Un hombre que tuvo que reprimir su parte afectiva se casa con una mujer afectiva que tuvo que reprimir la parte lógica de sí misma. El conflicto personal internalizado de cada uno de ellos se exterioriza como conflicto marital ("¿Por qué no es más afectivo?" "¿Por qué no es más lógica?"). Los conflictos entre los miembros de la pareja en punto a cuestiones de celos como a todas las otras cuestiones son una actualización de conflictos internos. Por ejemplo, si la infidelidad es un tema recurrente en los conflictos que usted tiene con su compañero, existe la posibilidad de que los dos tengan algún conflicto interno al respecto.

Las experiencias infantiles de celos no "provocan" los celos en la edad adulta. Pero sí son actualizadas en situaciones similares y determinan con qué facilidad y con qué intensidad respondemos a los factores desencadenantes de los ce los. El objetivo de la terapia es traer lo inconsciente a la conciencia. El terapeuta ayuda a los pacientes a lograr la comprensión de las "verdaderas" causas de sus celos haciendo que vinculen las experiencias del pasado con los problemas actuales. Una vez que usted comprende las raíces de sus celos -es decir, cuáles son los acontecimientos del pasado que reviven en sus celos actuales- y lo que está ganando al quedarse aferrado a ellos, se considera que está curado.

lunes, 16 de febrero de 2015

Estructuras de Carácter, de personalidad y Patrones del Aura, Revista alcione


Tras realizar amplias observaciones y estudios, Wilhelm Reich llegó a la conclusión de que podía clasificar en cinco categorías principales a la mayoría de las personas que trataba. Comprobó que personas con experiencias infantiles y relaciones paterno-filiales similares tenían cuerpos que también lo eran. Asimismo, comprobó que las personas con cuerpos similares tenían una dinámica psicológica básica semejante, la que dependía no sólo de los tipos de relaciones paterno-filiales, sino también de la edad en que el niño tuviera una experiencia vital traumática que le impulsara a bloquear sus sentimientos, y por tanto, el flujo energético, iniciando así el desarrollo de un sistema de defensa que llega a hacerse habitual. Este sistema será muy distinto si el trauma se experimenta en la vida intrauterina o en la fase oral del crecimiento, por ejemplo.
El cuerpo del individuo es la cristalización en el mundo físico de los campos energéticos que rodean a cada persona y de la cual forman parte. Estos campos energéticos contienen la tarea de cada alma. Por tanto, se puede considerar que la estructura de carácter es la cristalización de los problemas básicos o la tarea personal que un individuo ha elegido para encarnarlos y solucionarlos. El problema se cristaliza en el cuerpo y es retenido en él, de forma que el individuo puede verlo y trabajarlo con facilidad. Estudiando la estructura de nuestro carácter en relación con nuestros cuerpos, podemos dar con la clave para la auto curación. La dolencia básica que he encontrado en todas las personas con las que he trabajado hasta la fecha es el odio hacia sí mismas. Esta es, en mi opinión, la enfermedad básica interna que todos sufrimos, pero la forma exacta en que se manifiesta el odio a uno mismo y la no aceptación del yo se define en las distintas estructuras de carácter.
La Estructura Esquizoide
La primera estructura (primera en el sentido de que se produce antes del corte del flujo energético) se denomina estructura esquizoide. En este caso, la primera experiencia traumática tiene lugar antes de nacer, en el alumbramiento o bien durante los primeros días de vida, como por ejemplo, alguna hostilidad recibida directamente de un progenitor, como el enojo, el que uno de los padres no quiera al niño, o el que la madre se encuentre emocionalmente desconectada del niño durante el alumbramiento haciéndole sentir abandonado. Una ligera desconexión entre madre e hijo puede ser muy traumática para un niño, y en otro no producir el más mínimo efecto, según la naturaleza del alma y la tarea que haya elegido en esta vida.
La defensa energética natural que se emplea contra el trauma en este período de la vida consiste simplemente en retroceder al mundo del espíritu del que procede. Tal defensa se emplea hasta que a la persona le resulta muy fácil retirarse a algún lugar aparte en cualquier situación en la que se sienta amenazada. Para compensar su defensa de escape, debe mantenerse unido en el nivel de la personalidad. Su fallo básico es el miedo a no tener derecho a existir. En su interacción con otros, sea el terapeuta o sus amigos, hablará en un lenguaje despersonalizado, en términos absolutos, y tenderá a intelectualizar. Estas experiencias sólo contribuyen a confirmar su percepción de estar separado de la vida y de no existir realmente. En la terapia, muestra su enorme miedo y ansiedad; lo importante es que entienda que para sentir que existe debe sentir la unidad, aunque él cree que para sobrevivir debe fraccionarse. Para él, existir significa morir, por lo que necesita reforzar los límites que definen quién es y sentir su fuerza en el mundo físico. Normalmente sus actitudes son del tipo te rechazaré antes de que me rechaces, con lo que tampoco tú existes. Las personas de carácter esquizoide pueden abandonar sus cuerpos con facilidad, y regularmente lo hacen. Su estructura física es por lo general alta y delgada, de articulaciones débiles, a menudo con un hombro más grande que el otro, poca coordinación, y manos y pies fríos. Son hiperactivos pero no están unidos al suelo; mantienen la cabeza ladeada y la mirada es vaga. Lo que se intenta evitar mediante el sistema defensivo en el esquizoide es el terror interior, el miedo a la aniquilación, los que se relacionan con una profunda ira que permanece ahí desde que llegaron a un mundo frío y hostil, donde sólo se puede sobrevivir aislándose. Debe aprender a enfrentar la ira sin huir. Bajo la ira, el gran dolor por su imposibilidad para conectarse con otros seres humanos y amar. Utiliza la sexualidad en solitario desde la infancia, como un medio de conectarse con su energía vital.

Aura de la Estructura de carácter Esquizoide
Las personas de carácter esquizoide o una parte importante de él en su constitución suelen ser muy espirituales, con un hondo sentido de los profundos fines de sus vidas. Muchas veces tratan de aportar una realidad espiritual a las vidas terrenales de quienes les rodean; son creativos, con numerosos conocimientos e ideas, como una hermosa mansión de múltiples habitaciones, cada una de buen gusto y riqueza en un estilo o cultura; cada habitación es elegante porque el esquizoide ha vivido muchas vidas en las que ha desarrollado su amplia gama de talentos, pero el problema es que las habitaciones no tienen puertas para comunicarse. Para ir de una a otra, tiene que salir por una ventana, descender por una escalera y subir por otra para entrar por otra ventana. El esquizoide necesita integrar su ser, abriendo puertas entre todas las habitaciones. Su terror y rabia internas bloquean su capacidad para materializar su enorme creatividad, porque mantiene separadas las partes de su persona. Su tarea vital también está relacionada con materializar, es decir, poner de manifiesto su espiritualidad a través de su creatividad, por ejemplo escribiendo, inventando, ayudando a la gente, etc.
La Estructura Oral
El carácter oral se crea cuando se detiene el desarrollo normal durante la fase oral del crecimiento. En la infancia la persona sufrió la pérdida de su madre, sea porque falleció, enfermó o se marchó. La madre daba de sí al hijo, aunque no lo suficiente. El niño compensó la pérdida haciéndose independiente demasiado pronto, muchas veces empezando a hablar o andar muy temprano. Así, se siente confuso y tiene miedo de pedir lo que realmente necesita porque en su interior está seguro de que no se lo darán. Su necesidad de que le cuiden desemboca en actitudes de dependencia, tendencia a colgarse o aferrarse de alguien y agresividad atenuada, que son las que compensa con un comportamiento independiente, que se desploma cuando es sometido a tensión. Entonces su receptividad se transforma en pasividad rencorosa y la agresión se convierte en voracidad. Esta persona se siente vacía y hueca y no desea asumir responsabilidades. Su cuerpo está poco desarrollado, con largos músculos delgados y fláccidos y tendencia a la debilidad, tórax deprimido y frío, respiración entrecortada; sus ojos parecen absorber la energía del interlocutor.
Desde el punto de vista psicodinámico, esta personalidad se aferra a los demás ante el temor a ser abandonada; no sabe estar sola y experimenta una exagerada necesidad de calor y apoyo de los demás, intentando compensar la sensación de vacío interior. Suprime su intensa nostalgia y agresión y retiene la ira que le provoca el abandono. Para lograr proximidad y contacto recurre a la sexualidad. La persona oral ha sufrido muchos desengaños y rechazos que lo llevan a la amargura y a pensar que lo que consigue nunca es suficiente. A nivel de personalidad exige ser nutrido y satisfecho. En la interacción con los demás habla empleando preguntas indirectas que reclaman cuidados maternales.

Aura de la Estructura de carácter Oral
En la terapia se queja de pasividad y fatiga, pero lo que necesita es nutrición para su vida. Expresa su propósito negativo en formas como Haré que me lo des, o no lo necesitaré, lo que a su vez crea un doble lazo: Si pido, no es amor; si no pido, no lo obtendré.
El carácter oral tiene, como tarea vital, aprender a confiar en la abundancia del universo para invertir el proceso de aferramiento; necesita dar, abandonar el papel de víctima y reconocer lo que realmente obtiene. Debe enfrentar su miedo a estar solo, profundizar en su vacío interior para descubrir sus verdaderas necesidades. El paisaje interior de una persona de carácter oral es como un delicado instrumento musical que necesita afinar para componer su propia sinfonía, su propia y única melodía que le permitirá realizarse, por lo general en tareas del ámbito creativo, artístico o científico. Es un tipo de persona interesada en muchas cosas, y cuando despierta su potencial siempre puede conectar lo que sabe con el amor directo del corazón.
La Estructura Desplazada o Psicopática
La persona con esta estructura de carácter ha vivido en su primera infancia la experiencia de tener un progenitor del sexo opuesto secretamente seductor, que deseaba algo de ella. La persona psicopática formaba un triángulo con sus padres, siéndole difícil obtener apoyo del progenitor del mismo sexo. Así las cosas, tomó partido por el del sexo contrario sin lograr lo que deseaba, se sintió entonces traicionado y lo compensó manipulando a este progenitor. Su respuesta a la situación es intentar controlar a los demás como pueda, recurriendo al autocontrol y a la mentira si es preciso. Exige ser apoyado y alentado, pero en su interacción con los demás será él quien dicte la manipulación directa en la forma expresada con deberías, indicando sumisión. Pero de este modo no consigue que le brinden apoyo.
En su aspecto negativo, la persona que tiene esta estructura muestra una enorme inclinación hacia el poder y la necesidad de dominar a otros, mediante dos formas: intimidar e imponerse, o actuar solapadamente a través de la seducción. Muchas veces la sexualidad es hostil y desbordante de fantasía; la utiliza como un juego de poder donde el placer es secundario. Ha invertido la imagen ideal que tiene de sí mismo y muestra fuertes sentimientos de superioridad y desprecio, los que ocultan su profundo sentimiento de inferioridad.

Aura de la Estructura de carácter Desplazada o Psicopática
Llega a la terapia con sentimientos de derrota. Desea ganar, pero recibir apoyo significa rendirse. De modo que expresa su propósito negativo como Se hará mi voluntad. Para resolver terapéuticamente este problema necesita aprender a confiar. Pero comienza con un Tengo la razón; tú estás equivocado, mientras su sombra piensa: Te controlaré. Físicamente, parece que la mitad superior del cuerpo fuera a explotar, sin que haya flujo entre las dos mitades; la pelvis aparece fría y fuertemente contenida; tensión en los hombros, en la base del cráneo y en los ojos. Las piernas son débiles, expresando la falta de conexión a la tierra.
El principal temor es a fallar y ser derrotado, debatiéndose entre la dependencia de los demás y la necesidad de controlarlos. A su vez, teme que lo controlen y utilicen, o de que lo sitúen en la posición de víctima, lo que le sería humillante. Busca que los demás lo necesiten para no delatar sus propias necesidades.
Como tarea vital, el psicópata necesita rendirse gradualmente mediante el abandono de su mitad superior y su tendencia a controlar a los otros, y mediante la entrega de su ser hacia sentimientos más profundos. De este modo puede llegar a situarse en la realidad, establecer contacto con sus amigos y sentirse un ser humano. En esta misma línea, debe cultivar los valores nobles de honestidad y autenticidad con los que tanto fantasea; de este modo podrá alcanzar la integridad y utilizar su desarrollado intelecto para ayudar a otros a resolver conflictos o encontrar la verdad. Cuando alcanza la plenitud, puede ser muy diestro en la gestión de proyectos complicados gracias a su corazón pletórico de amor.
La Estructura Masoquista
La persona de carácter masoquista recibió amor condicional en la niñez. La madre era dominante hasta el extremo de controlarle las funciones alimenticias y excretoras, haciendo que el niño se sintiera culpable de su autoafirmación o del intento de declarar su libertad; cualquier esfuerzo en este sentido era aplastado, haciéndole sentir atrapado, derrotado y humillado. Su respuesta fue contener sus sentimientos y su creatividad hasta llegar a contenerlo todo, lo que le condujo a la ira y al odio. Exige ser independiente, pero interactúa con los demás y emplea expresiones corteses, que pronuncia con disgusto para manipular indirectamente a los demás. Está atrapado en un círculo de dependencia.
La persona con esta estructura de carácter sufre, se queja y lloriquea mientras oculta sus sentimientos y busca provocar a los demás; cuando lo logra, tiene excusa para explotar, aunque la ira era previa, sólo busca que los demás gatillen la oportunidad de expresarla. No es consciente de su provocación, y piensa que lo que intenta hacer es agradar. Parece sumisa, pero jamás se somete realmente, encerrada en sus bloqueados sentimientos de rencor, negatividad, hostilidad, superioridad y miedo a explotar de ira. Esta persona tiende a la impotencia o frigidez y es fuertemente atraída por la pornografía.

Aura de la Estructura de Carácter Masoquista
A la terapia llega quejándose de tensión, pero inconscientemente cree que liberarla y aceptar lo que lleva dentro conducen a la sumisión y la humillación. Sin advertirlo, el propósito negativo del individuo masoquista es seguir bloqueado y amar la negatividad. En su interior, siente que Si me enojo, me humillarán, y si no, también. Por tanto, la terapia debe conducir a esta persona hacia la libertad, la apertura a su conexión espiritual y a volverse positivo. Antes, habrá de pasar por los estados de Me mataré antes de que me maten (hieran) de la máscara y de Te mostraré mi rencor y te provocaré de la sombra, antes de liberar al ser superior y libre.
Físicamente el masoquista es fuerte y compacto, con músculos superdesarrollados, cuello y cintura cortos. Soporta grandes tensiones en el cuello, la mandíbula, garganta y pelvis; los glúteos son fríos. La cabeza aparece adelantada, con la energía como estrangulada en la garganta.
La tarea vital del masoquista es expresarse activamente en cualquier forma que convenga a su fantasía, dando rienda suelta a su agresividad, para liberarse de la humillación. Su paisaje interior es como una filigrana de plata y oro en la que se expresa su fuerza creativa en delicados y complicados dibujos, de gran distinción y en los que cada matiz es importante. Cuando libere esta creatividad altamente desarrollada, asombrará a los demás. Un masoquista realizado tiene la cualidad de ser un negociador natural, con gran corazón y cariño hacia los demás; cooperador, compasivo, con capacidad para divertirse alegremente, hacer travesuras y ocurrencias ingeniosas. Puede superarse en cualquier cosa que emprenda.
La Estructura Rígida
La persona con esta estructura de carácter experimentó en la niñez el rechazo de su progenitor del sexo opuesto, lo que fue vivido como una traición al amor, ya que el placer erótico, la sexualidad y el amor son la misma cosa para el niño. A fin de compensar este rechazo, decidió controlar los sentimientos de dolor, furia y bondad, conteniéndolos. Le atemoriza rendirse porque implicaría liberar de nuevo esos sentimientos. De tal modo no trata de alcanzar directamente lo que necesita, sino que lo intenta a través de manipulaciones. El rechazo del amor sexual hiere su orgullo.
La persona rígida reprime sus sentimientos y acciones para no parecer tonta. Se muestra mundana, ambiciosa y agresivamente competitiva. Mientras dice Soy superior, lo sé todo, siente terror de ser traicionada y herida, por lo que evita cualquier vulnerabilidad. Mantiene la cabeza en alto y la columna recta, mostrando gran control exterior, e identificación con la realidad física. Utiliza esta fuerte posición del ego como excusa para evitar el descontrol, pues teme cualquier proceso involuntario no determinado por el ego. El yo interior se encuentra tapiado para evitar cualquier filtración de sentimientos. Realizará el acto sexual con desprecio, no con amor.
Su contención crea más orgullo. Exige amor y deseo de los demás, pero cuando interactúa con ellos recurre seductoramente a modelos comparativos para no comprometerse. No ama, compite, lo que le hace sentir herido y competir aún más, en un círculo vicioso insatisfactorio.

Aura de la Estructura de carácter Rígida
Frente a la terapia (si es que asiste) se queja de falta de sentimientos. Desea abrirse a ellos, pero teme que le hagan daño, lo que expresa como no me rendiré. Escoge el sexo antes que el amor, lo que no es satisfactorio. Piensa que si se abre dolerá, si se cierra se privará de sentimientos. La terapia debe llevar a esta persona a conectar su corazón con sus genitales. En el proceso, la sombra dirá no te amaré, hasta que alcance la otra orilla del compromiso y el amor.
Físicamente, la persona rígida presenta proporciones armoniosas, tiene mucha energía y está integrada. Puede tener dos tipos de bloques: una suerte de armadura en planchas o como cota de mallas, como si fuera un traje tejido con cadenas que le cubren el cuerpo. La pelvis está inclinada hacia atrás y es fría.
Como tarea vital, el carácter rígido necesita abrir los centros de sentimiento y dejar que fluyan de una forma visible para los demás, compartiendo sus sentimientos. El paisaje interior de esta persona contiene aventuras, pasión y amor. Hay montañas que escalar, causas que defender e idilios que alimentar. Podrá volar, como Ícaro, hacia el Sol, o conducir a la gente hasta la tierra prometida; su amor y pasión por la vida resultan inspiradores para los demás, pudiendo ser un líder natural en cualquier área. Puede establecer contactos profundos con otras personas; podrá jugar en el universo y disfrutar plenamente la vida.
La Estructura de Carácter y la Tarea vital
Cada estructura de carácter es el modelo de un sistema de transformación que ha salido mal. Primero bloqueamos la energía, que se atasca y pierde velocidad, porque vivimos conforme a nuestras creencias negativas; reaccionamos ante el mundo como creemos que es, lo que no da el resultado esperado y crea el dolor en nuestras vidas. Pero podemos cambiar nuestros sistemas energéticos, desbloqueándolos y transformando la energía. Al hacerlo despejamos nuestras creencias negativas personales a la vez que influimos positivamente en quienes nos rodean. Cuando empezamos a liberar nuestros bloqueos realizamos nuestra tarea personal; se libera nuestra energía para hacer lo que siempre deseamos en la vida: ese profundo anhelo que hemos tenido desde la infancia, ese sueño secreto. Eso que usted ha querido hacer más que cualquier otra cosa es su tarea vital, y es para hacerla para lo que vino. Las pautas generales del bloqueo se denominan estructuras de carácter y sistemas de defensa. Son todas las formas en que habitualmente se separa de sí mismo y de lo que vino a hacer; también son manifestaciones directas de aquello que no conoce de la vida y que ha venido a aprender. Por tanto, tiene una lección cristalizada en su cuerpo y su sistema energético. Ha construido y adaptado su cuarto de estudio de acuerdo con sus propias especificaciones, y vive dentro de él. Puede abrir el camino para conseguir realizar su más profundo anhelo. Deje que sea éste el que le guíe.

Mírese en un espejo. Qué tipo de cuerpo parece el suyo?
Relacione proporcionalmente cada estructura de carácter que forma el yo de su personalidad/cuerpo. Por ejemplo: 50% Esquizoide, 20% Oral, 15% Desplazado, 5% Masoquista, 10% Rígido.
Qué es lo que más anhela hacer con su vida, más que nada en el mundo? Averigüe cómo esa estructura se lo impide.
Barbara Ann Brennan
Traducido y extractado por Pablo Cáceres de
Hands of Light.-Bantam Books


TERAPIA FLORAL RADIÉSTESICA

lunes, 19 de mayo de 2014

LA IMPORTANCIA DEL VALORARSE A SÍ MISMO



Día a día vamos entre la vorágine del mundo y su ritmo loco y estresante haciendo mil cosas a la vez, pocas veces nos detenemos para pensar, sacar conclusiones, observarnos y analizarnos. Esto tiene un costo y generalmente provoca una serie de conformismos ya que tal y como nosotros no nos damos el tiempo en nosotros mismos tampoco la misma energía será devuelta,  como la ley de causa y efecto es implacable deberemos entonces darnos el tiempo para nosotros mismos y aprender a valorar nuestro tiempo en la quietud para que alguien llegue a nosotros y logre valorarnos. Veo  día a día  como muchas personas están realmente agotadas y extenuadas por sólo no poder poner los límites, por no decir que no , o no  valorarse a si mismos, desde el tema con los hijos, o con la pareja, los amigos o con los jefes pero en concreto no pueden decir que están cansados o que no van a aceptar por ejemplo en trabajar horas gratis, o que los niños hagan el orden antes de ver t. v. y así una interminable lista de cosas que uno va postergando hacer y dice bueno que más da... Esta actitud es la que en lo profundo nos va limitando nuestra VOLUNTAD, y así nos vamos volviendo esclavos de el complacer antes que el ser... Esto muchas veces tienen su origen en el abandono y rechazo desde la infancia ya que muchas veces nuestra alma lee inconscientemente que antes de decir que no mejor me sobre exijo y digo que si sin querer así nadie me va a juzgar, criticar, abandonar o rechazar, Claramente este miedo nos va haciendo co-dependientes emocionalmente de ciertas ataduras y extra limitantes y  excesos que van desde aceptar que alguien robe tu energía hasta de que luego no sepamos quien somos o lo que realmente nos hace felices, como poder trabajar esto? Sin duda como siempre sugiero llegar al origen de cada persona analizar el por que uno acepta no ser valorado, quizá en la infancia fuimos testigos de como nuestra madre se desvivía por toda la familia dejándose al último, entonces esto quedaría en nuestro patrón de crecimiento.... o bien si es que nuestro padre se separó de nuestra madre y crecimos sin su imagen el día a día o si por el contrario fuimos víctimas de bullyng... cada persona como siempre digo es un universo y las flores mágicas y la radiestésia  están para ayudarnos a sanar estos aspectos, identificarlos y   al mismo tiempo de ir reestructurando y fortaleciendo  nuestro Yo.
                                                          Josefina Suárez + 56954151565
                                                           Terapia Floral Radiestésica

martes, 6 de mayo de 2014

¿De dónde viene la empatía y qué se podría hacer para que aumente?



La empatía es una cualidad con la que algunos nacen, pero también se puede acceder a ella mediante experiencias o prácticas espirituales. La ciencia ha tratado de ver cómo se puede medir esta virtud y, más que eso, cómo se puede neurodiseñar.
¿De dónde viene la empatía y qué se podría hacer para que aumente? Tomando en cuenta que es un sentimiento de armonía que tiene que ver con la interacción con los demás, la pregunta tiene varias aristas, empezando en que hay dos tipos de empatía: la cognoscitiva, que tiene que ver con la capacidad de un ser humano para reconocer las emociones de los demás, y la emocional, que involucra la verdadera conexión con el prójimo. Según Abigail Marsh de la Universidad de Georgetown, aquél que no tiene empatía cognoscitiva se puede considerar autista; no quiere decir que no le importe lo que siente alguien más, sino que no se da cuenta. En cambio quien carece de empatía emocional no tiene compasión, y por ende no se conecta con lo que el otro siente.
La diferencia entre alguien en el extremo autista del espectro y alguien en el extremo del psicópata es, al parecer, la amígdala, un conjunto de neuronas en el cerebro que se encargan de procesar y almacenar reacciones emocionales. De alguna manera el tener amígdalas más activas o más grandes podría aumentar la empatía en el ser humano, sin embargo no es lo único que importa, pues a fin de cuentas la empatía también puede ser una opción. Se ha comprobado que todos aprendemos a ignorar la empatía cuando queremos, y de la misma manera gente que tiene un bajo nivel físico de empatía puede funcionar normalmente si hace un esfuerzo. Es decir, en gran parte de los casos es posible elegir hacerle caso a la empatía aunque ello implique un mayor esfuerzo.
La oxitocina es otro factor importante. Es una hormona mamaria localizada en la glándula pituitaria posterior, en el cerebro, y actúa como neuromodulador, sobre todo relacionada con la reproducción sexual. Cuando un bebé nace, la madre suelta una gran cantidad de oxitocina, lo cual ayuda químicamente para que haya ese acercamiento maternal con el bebé. En cuanto a la empatía, esta hormona hace que una persona ponga más atención a las expresiones faciales de la gente para saber sobre todo si tienen miedo. Pero simplemente aumentar los niveles de oxitocina puede acarrear efectos negativos en la memoria, por ejemplo, además de que la empatía no es una cuestión meramente química, sino que es un estado mental complejo que entre más se practica más se perfecciona.
Otra parte es saber o aprender a simular las emociones que alguien más siente. La capacidad de entender que alguien está en peligro lleva naturalmente al deseo de ayudarlo. Es ponerse en los zapatos del otro lo que hace un vínculo más fuerte, por eso es más fácil que haya empatía entre miembros de un mismo grupo social, racial o cultural que entre miembros de grupos disímiles.
Y todo se aprende desde la cuna. Es más fácil adquirir la facultad de la empatía si se practica desde pequeño que si se quiere desarrollar más grande. El entorno familiar es un factor determinante en la capacidad de empatía del niño, que evolucionará con el tiempo. Lo mismo sucede con el entorno cultural fuera de casa. Ya dice el proverbio: “Se necesita un pueblo para educar a un niño”.
Tener empatía no quiere decir que seamos más cándidos o más ingenuos, y que por ello alguien se podría aprovechar de nosotros con mayor facilidad. Significa una apertura hacia el otro a un nivel más profundo, lo cual también se puede traducir en saber si alguien quiere tomar provecho de una situación particular.
Se necesita un mundo con mayor empatía, pero sobre todo un mundo con menor nivel de antipatía e indiferencia.

martes, 25 de febrero de 2014

Homeopatía: La Psora y los miamas

Homeopatía: La Psora y los miamas: Vamos a recapitular algunas ideas para dar un “espiral mas” en la comprensión de las enfermedades para la homeopatía. A Hahnemann le llevó...

jueves, 6 de febrero de 2014

MARILYN MONROE, RADIOGRAFÍA DE UN ABANDONO Y RECHAZO



Muchas veces sobre esta huella se estructura la falsa personalidad y se determina, entre otras cosas, el código secreto de conductas compulsivas y destructivas. La falta de comprensión del hecho de haber sido abandonados, -aunque no haya sido deliberadamente- crea un vacío existencial que aísla, deprime y propicia, en ocasiones, una pérdida de autoestima y estados de angustia y confusión intensos En casos extremos se puede llegar a algo muy cercano a la fractura de la personalidad, es decir, a severos problemas psicológicos y mentales.


Si la huella de abandono permanece a lo largo del tiempo, el individuo puede desplazar ese sentimiento a personas con quienes mantiene una estrecha relación afectiva y puede llegar a crear vínculos un tanto enfermizos y co-dependientes atribuidos al temor que experimenta al recordar anteriores abandonos y separaciones. Hay mujeres que se sienten indignas de recibir el amor de un hombre por la fractura emocional que les ha causado el abandono de su padre.
La huella del abandono conlleva no solo el miedo a ser abandonado sino también el temor a ser rechazado y a comprometerse. ¿Se te hace conocido el caso de un hombre que ha estado a punto de casarse varias veces y deja plantadas a las novias casi a la puerta de la Iglesia porque ¨pensó que no era el mejor hombre para ellas”? Hay muchas maneras sutiles de crear los mismos escenarios que se temen, lo cual obviamente refuerza los temores. ¿Cómo no pensar que si mi papá me rechazó y me abandonó no van a hacer lo mismo las demás personas? Detrás del comportamiento de hombres y mujeres que no se comprometen habría que ver si no hay una historia de abandono en el que la persona en que más confiaban les fallo o se fue.


El padre es una figura tan significativa en la vida de cualquier persona que aunque se haya ido sigue vivo en la mente de los hijos e incluso en su corazón. Hay quienes lo buscan afanosamente por años, aunque no sea físicamente, alimentándose con pedacitos de información.
Otro comportamiento común entre la gente que sufre la huella del abandono tiene que ver con su sexualidad. Es curioso pero una estadística del Instituto de Paternidad de los Estados Unidos declaró que los adolescentes criados sin sus padres tienden a tener relaciones sexuales antes que aquellos criados en un hogar con ambos progenitores. Algunas niñas sin padre creen incluso que tener un bebé es la gran solución para la soledad y una medida preventiva para el abandono.


Algunas otras personas, criadas sin su padre, canalizan su furia contra él hacia una obsesión que puede ser muy destructiva. O puede ser que la ira se enmascare de tristeza y entonces desarrollen una profunda depresión.
Desgraciadamente en nuestra sociedad la depresión no se atiende a tiempo siendo que da mensajes importantes sobre lo que está pasando en la vida y que necesita ser atendido. De hecho todas esas sensaciones de vacío en el alma, el sin-sentido, están ahí para avisarnos que hay que movilizar nuestros recursos internos para encontrar un nuevo significado a nuestra existencia. El sufrimiento no puede desaparecer por sí solo si antes no se lleva a cabo un profundo trabajo de psicoterapia que ayude a encontrar las causas de tal dolor para luego aprovecharse de él para crecer.
Esa persona que padeció en carne propia el abandono de su padre pudo haberse convertido en un sujeto que abandona, sobre todo si involuntariamente se identifica con quien lo abandonó porque le adjudica atributos que tal vez no tenga pero que le resultan convenientes para explicarse su abandono. La mente y la respuesta emocional de los seres humanos a veces son tan difíciles de comprender. En ocasiones nos encontramos haciendo justo lo mismo que tanto nos hizo sufrir, repitiendo despiadadamente patrones de conducta negativos que son inexplicables.
La buena noticia es que la huella de abandono puede superarse, en ocasiones con un facilitador y dentro de un proceso terapéutico que tiene por objeto reconciliarse consigo mismo y con la persona que lo abandonó sin que necesariamente esté presente, volviendo a tener relaciones afectivas sanas y equilibradas y un proyecto de vida libre de heridas del pasado. Otras veces ocurre que el propio poder desafiante del espíritu se impone apelando al deseo de dejar de sufrir. Entonces es cuando se elabora la pérdida y llega la comprensión y compasión hacia la persona que abandonó y entonces se supera esa circunstancia dolorosa.


La persona que se siente abandonada puede transformar ese significado de lo que vivió en la separación y así convertirse en alguien que vive con más plenitud y confianza en la vida. Para ello hay que llegar a conocer los rasgos que forman la raíz de una personalidad que se ha sentido desamparada, con una gran angustia existencial, sin sentido de pertenencia y hasta con un severo conflicto de identidad. De lo que se trata con el proceso de la superación del abandono es justamente recuperar la identidad, en otras palabras, saber quién soy, qué quiero y hacia dónde voy, no gracias a que tuve dos padres que estuvieron conmigo en la crianza, sino a pesar de que uno de ellos, o ambos fallaron en su más importante tarea, y aún así, desear encontrar el camino de la felicidad y vivir en plenitud, con la absoluta convicción de que la vida tiene sentido en cualquier circunstancia Haber sido víctima de un abandono parecería que pone a las personas en una posición muy desventajosa y en parte es cierto. La presencia del padre en el desarrollo de la personalidad del hijo es sumamente, sin embargo no es determinante para tener una existencia feliz. El ser humano tiene la capacidad para decidir, cómo quiere enfrentar lo que le ha pasado, es decir, tiene la libertad de elegir qué postura tomar frente a los embates y carencias de la vida y responsabilizarse de esa respuesta.

El abandono puede tomarse como una condición a superar o como un hecho devastador que justifique sufrimiento y vacío existencial, eso lo decide la persona que fue abandonada. Hay personas que dicen “sí a la vida, a pesar de todo” y hay quienes deciden decir “no, a pesar de tener muchas otras cosas buenas a favor”. Es una decisión personalísima sobre la cual, sin embargo hay que hacerse cargo.

Neurosis del abandono

la independencia emocional viene del trabajo de uno mismo por balancear, equilibrar  y dominar nuestras bajas pasiones.

Existe lo que se llama la neurosis del abandono en donde predomina  la angustia del abandono y la necesidad de seguridad. Esta avidez afectiva genera una serie de síntomas que hacen que las personas se sientan inseguras lo que los puede llevar a la falta de compromiso, a la indiferencia o inclusive hasta la agresividad.

Esto deriva de que en lo más profundo de su ser una persona posee una necesidad  afectiva insaciable, normalmente deriva de una separación temprana de la madre (Movimiento interrumpido) y por lo tanto se hace la idea de que no merece amor o de que no recibe el soporte necesario ante la vida. Esto genera  angustia y reacciones agresivas que degeneran en desvalorización que lo lleva a percibir las cosas de manera pesimista y desconfiada.
Los síntomas para saber que se padece de este síndrome suelen ser diversos entre ellos se encuentran los siguientes:
  • Estar en varias relaciones al mismo tiempo, de esta manera no se establece un vínculo real con ninguna de las personas y además tiene un relevo para que en caso de que uno lo abandone está el otro para dar soporte emocional.
  • Dependencia afectiva, estar en una relación de pareja en donde siento la necesidad de darlo todo con la finalidad de que me amen, aunque sea una relación tóxica. No me atrevo a dejar a la pareja o siento celos compulsivos por mis amistades en donde no quiero que nadie más sea amigo de mis amigos.
  • Falta de confianza en sí mismo, desconfío de todos aquellos que se acercan a mí y me aprecian. Constantemente estoy dudando de sus intenciones y  tengo el pensamiento de que algún momento me engañará o me jugará sucio.
  • Miedo y culpabilidad ante la separación, luego de finalizar una relación me culpo a mí mismo por no haber finalizado la relación antes de que me dejaran a mí. También se da el caso en donde por temor a que me dejen abandono la relación antes (él o ella es perfecto pero no sé qué me pasa que no puedo quedarme)
  • Hacer todo lo posible por ser rechazado, descuidar el aseo, la delicadeza en las palabras, tener gestos exagerados, perseguir y obsesionarme con las personas con el deseo inconsciente que me desprecien.
  • Búsqueda de perfección, procuro ser la persona perfecta con la finalidad de que me amen, sumiso, servicial, amoroso, etc. O también mantenerse en constante búsqueda del trabajo, la pareja, los amigos perfectos y la subsiguiente decepción al no conseguirlo.  
  • Relaciones basadas en la obsesión, la obsesión está ligada ampliamente con el terror al rechazo y al abandono pues se transforma en una abierta patología que obstruye cualquier amor verdadero, 
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